lunes, 27 de abril de 2009

Pensamiento escéptico y falacias lógicas







por Sergio García Guzmán
"La ignorancia afirma o niega rotundamente: la ciencia duda"
Voltaire
El ser hermano integral debe aprender a pensar por sí mismo: tiene que adoptar el escepticismo como una segunda naturaleza. No debe creer ni aceptar ciegamente lo que le digan los demás, ni siquiera lo que pregonen los “expertos” o los “gurús”, sino que su obligación es verificar las cosas por sí mismo. No se trata de comprobar todas las cosas, pero sí de investigarlas, hasta estar razonablemente seguros de su validez o falsedad.
En el razonamiento auténtico, no hay certezas absolutas. La física aristotélica fue desplazada por la newtoniana, ésta lo fue por la einsteniana y, próximamente, esta última también se quedará atrás. Ni Aristóteles, ni Newton, ni Einstein, ni Hawking, ni nadie, tiene la verdad última.
Hay dos disciplinas que sí llegan a certezas totales, que necesitan probar totalmente sus conocimientos antes de seguir avanzando: son las matemáticas y la lógica. Fuera de esas dos, todas las demás ciencias avanzan con titubeos, errores y reconstrucciones. Ni la biología, ni la física, ni la astronomía ni la química dejan atrás todas las dudas: nadie sabe si mañana aparecerá un investigador que echará abajo una elegante teoría.
Por eso, lo primero que se debe hacer es dudar: dudar siempre, dudar de todo, dudar de todos. Pero la actitud de dudar no es una finalidad en sí misma, sino un medio para aproximarse al conocimiento válido. No se puede “dudar” de todo ni “dudar” todo el tiempo, porque entonces se caería en el inmovilismo y no se podría hacer nada útil.
Y lo segundo que se debe hacer, es investigar. Si la duda no sirve para incrementar nuestros conocimientos, entonces no pasa de mero snobismo intelectual.
¿De qué herramientas intelectuales dispone una persona para dudar? ¿Cómo se puede comprobar que un argumento es fruto de un razonamiento correcto y no de un error o de un engaño deliberado?
La lógica es la ciencia de pensar bien y saber extraer conclusiones de enunciados, verdaderos o falsos, llamados premisas. No trata de la verdad o falsedad de dichas premisas, sino del mecanismo de obtención de conclusiones.
No todos los razonamientos pasan este estricto tamiz... y los llamamos "falacias". Algunos se revelan como errores de razonamiento, otros resultan ser meras especulaciones, otros son de mala fe y llevan la intención de engañar o confundir.
Esta ciencia implacable ha descubierto ciertos patrones, características que comparten las falacias lógicas. Por sorprendente que parezca, tales estructuras son bien conocidas y fueron ampliamente documentadas en la Edad Media.
En esta serie de cuatro artículos, intentaré analizar con detalle cuatro grandes grupos de falacias.
1) Falacia ad-hóminem.
Esta es la reina de las falacias. Su fundamento es muy simple: atacar a quien sostiene una opinión, evitando argumentar contra ella. Si alguien emite un juicio y yo no estoy de acuerdo, la argumentación debiera girar en torno a dicho juicio, no en torno a la persona que la emite. (Por eso se llama "ad-hóminem", "contra el hombre"). Puedo (y debo) respetarte como persona e incluso como adversario, aunque no esté de acuerdo con tus argumentos.
a) Primera variante: "Descalificar"
Cuando un personaje usa un argumento "ad-hóminem" contra otro, los periodistas dicen que "lo descalificó". Esto es muy común en México.
Ejemplos de la vida real:
· Rosario Robles, sospechosa de haber realizado gastos excesivos en su gobierno, afirma que su acusador es un alcohólico y drogadicto, con lo cual lo “descalifica” (aunque nunca demuestra la veracidad de sus aseveraciones)... pero no dice nada acerca de los gastos.
· Vicente Fox, señalado por incumplir muchas promesas de su campaña, afirma que sus críticos son perros que ladran porque él avanza... pero no dice nada acerca de las promesas.
· Jorge Castañeda, interrogado por periodistas que le señalan los pocos logros de una gira en Estados Unidos, dice que los periodistas críticos no leyeron el New York Times "por no saber inglés"... pero no dijo nada acerca de los logros.
· Una ONG se pronuncia a favor del aborto para proteger la salud de las mujeres que lo practican clandestinamente. Jorge Serrano Limón los ataca diciendo que son "fanáticos de la cultura de la muerte" y "asesinos de inocentes"... pero nada dijo de la salud de las mujeres.
· El antiguo abad de la Basílica de Guadalupe, Schulenburg, dice abiertamente que no hay pruebas históricas de la existencia de Juan Diego. El abad actual, Salazar, no se molesta en analizar los argumentos de Schulenburg, sino que pretende descalificarlo rápidamente: “(dijo eso) porque es hijo de alemanes y se siente de otra raza”… pero soslaya el hecho de que no hay pruebas científicas de la existencia de Juan Diego.
· Silva-Herzog escribe en una editorial que los escritores (como él) deben de pagar impuestos y que le exención autoral es un privilegio injusto. Gabriel Zaid lo ataca con un claro argumento ad-hóminem: “(es) un escritor que firma con doble apellido para ostentar su linaje”… pero, ¿qué tiene que ver eso con los impuestos?
· Silva-Herzog pone en evidencia la falacia y escribe en su siguiente editorial: “Lamento enormemente que la crítica de Zaid a mi artículo reciente despegue con una descalificación personal, en lugar de empezar con un argumento… las descalificaciones no son argumentos”. Se puso en evidencia la falta de argumentos de Gabriel Zaid.
b) Segunda variante: "Autoridad moral"
Otra forma de argumentar "ad-hóminem" es poner en duda la "autoridad moral" de la otra persona. Nunca ha quedado claro qué es "autoridad moral" o "calidad moral", pero de todos modos se le menciona.
En algunos casos tenemos la vaga sensación de que este argumento tiene cierta justificación, pero la lógica es inflexible: se trata de una variante del argumento "ad-hóminem".
· Un grupo de priístas señala la creciente inseguridad de la Ciudad de México. El gobierno perredista los acusa de no tener "calidad moral" para criticarlos... pero no dicen nada de la inseguridad.
· Luis Pazos dice que el Instituto Nacional Indigenista debe desaparecer, porque es un elefante blanco. Germán Dehesa ataca: "¿cuál es la autoridad moral de este señor? ¿en qué han beneficiado sus libros a México?"... pero no dice nada acerca del INI.
c) Tercera variante: “Intereses ocultos”
Es pariente cercano de la variante de “autoridad moral”. El supuesto es que alguien tiene ciertos intereses “inconfensables”, lo cual nulifica sus argumentaciones.
· El gobernador de Hidalgo habla del nuevo aeropuerto y dice que la mejor opción es Tizayuca, precisamente en el estado de Hidalgo. Sus adversarios reviran, sin molestarse en analizar sus argumentos: el gobernador tiene “intereses inconfesables” (presuntamente especulación de terrenos) y por tanto su opinión está sesgada de antemano.
· Un periodista expresa su postura ante los recientes escándalos por abusos sexuales de sacerdotes católicos. De inmediato, otro le responde que “no debe opinar, porque es bien conocida su afiliación católica”.
Como las cosas no son tal cual se presentan, debemos examinarlas para limpiarlas de toda confusión, y no creer en su engañosa vanidad.
Marco Aurelio ("Máximas")
Las falacias pueden usarse no sólo para lanzar ataques personales contra un adversario, como en el caso del las falacias ad-hóminem, sino también como forma de defensa.
2) Falacias de distracción.
El mecanismo de este segundo tipo de falacias es simple: se alega algo que no tiene relación directa con el tema que se discute, para distraer la atención y llevar la discusión a otro campo.
a) Primera variante: “Consecuencias adversas”
Este tipo de falacia es muy simple: se trata de crear miedo o “apanicar”, presentando las consecuencias adversas que se podrían presentar, para con ello “convencer”. Las “consecuencias adversas” nunca son demostradas, simplemente se les menciona para asustar.
· El ejemplo perfecto, una noticia del 27 de agosto del 2001: “Las autoridades y el Congreso mexicanos deben acelerar la reforma fiscal que aporte a la empresa Petróleos Mexicanos los recursos necesarios para evitar su colapso a medio plazo, afirmó hoy su director, Raúl Muñoz Leos”… amenaza con el desastre si no hay reforma fiscal. No explora otras opciones, simplemente amenaza con el caos…
b) Segunda variante: “Victimización”
Aquí se trata de despertar compasión, respeto, misericordia, etcétera (cualquier emoción) para impresionar a los demás. Es la inversa de una falacia ad-hóminem: se trata de involucrar a la persona que emite el argumento. Es uno de las falacias favoritas de los políticos, para manipular.
· Rosario Robles es acusada de aprovechar su puesto público para pagar de más a una empresa de publicidad y así prepararse para impulsar su carrera política. Alega que sus acusadores son “unos misóginos y machistas” y que la atacan “por ser mujer”… pero no habla de los gastos en publicidad.
· Otra de sus defensas: “están contra mí porque defiendo a los pobres del neoliberalismo y la explotación”… pero sigue sin explicar el asunto de la publicidad.
· Raúl Salinas es apresado, sospechoso de estar involucrado en narcotráfico, lavado de dinero, corrupción y un asesinato. Se defiende diciendo que es “un preso político” y un “chivo expiatorio”… pero nada dice de las pruebas en su contra.
· Cuando se le pregunta de dónde salieron los millones de dólares que tiene en Suiza, alega que “es dinero para invertir en México y crear empleos”… pero sigue sin explicar el origen del dinero.
c) Tercera variante: “Populismo”
La falacia consiste en desechar un argumento, simplemente porque no le gustaría a la mayoría. O decidir algo, no con razones, sino atendiendo a la popularidad.
· Andrés Manuel López Obrador es el ejemplo más claro. Todas las decisiones impopulares se eluden, escudándose en plebiscitos: aumento el precio del metro, horario de verano, marchas y bloqueos, seguro de automóviles, etc… pero nadie recuerda que quien debe decidir es el gobernante, porque para eso se votó por él.
· Además, tomemos en cuenta que los plebiscitos son efectivos en países con alto nivel educativo (léase europeos), donde la población está bien informada, lee constantemente y sabe … Como decía Ikram Antaki: “no me digas qué opinas, dime qué sabes”… por lo tanto, pedir la opinión de gente no informada es un mero truco para no hacer nada…
d) Cuarta variante: “Señalar a otras personas”.
El objetivo es hablar de otras personas y demostrar que ellas hacen lo mismo que nosotros, y sin embargo no son señaladas. En la fraseología nacional: “al fin que todos lo hacen”. En términos bíblicos: “fijarse en la paja del ojo ajeno y no en la viga del propio”.
· Rosario Robles se defiende preguntando a los periodistas: “¿por qué no dicen nada del presidente Fox? Él gasta mucho más dinero en publicidad que yo”… pero sigue sin hablar de los gastos.
e) Quinta variante: “Ocultar información”.
El método es defender una postura, pero sin mencionar todos los elementos, “olvidando” cierta información comprometedora.
· Oscar Espinoza Villareal es extraditado a México por el gobierno de Nicaragua. Inmediatamente declara: “yo aceleré mi extradición, ya no quise apelar la decisión judicial, quería estar aquí para enfrentar a la justicia y demostrar mi inocencia”… pero, ¿por qué se escapó del país? Eso contradice su declaración. Olvida la parte “incómoda” y oculta información.
f) Sexta variante: “Dogma o argumento de fe”.
· El argumento favorito de los papás que no saben lo suficiente para responder las preguntas de los niños, o que no quieren hacerlo: “eres muy pequeño para entender” / “cuando crezcas entenderás” / “no lo entenderías”. En el fondo, siempre se trata de lo mismo: considerar al interlocutor como una persona incapaz de razonar.
· Monseñor Salazar, postulador de la causa de Juan Diego, explica muy sucintamente por qué se canonizará a Juan Diego, a pesar de todos los argumentos científicos en contra: “(porque) El Vaticano ya dio su fallo positivo”… así de fácil.
g) Séptima variante: “Argumento de autoridad”.
La idea es argumentar algo desde una posición de “experto” o “autoridad” (o colocarse a la sombra de éste). El “experto” puede serlo o no. Incluso puede que tenga “autoridad” en otro campo. Lo que se olvida es que el prestigio en un campo no se pasa automáticamente a otro. Y que los “expertos” son humanos y pueden equivocarse.
· Noticia del 28 de agosto del 2001: “El laureado escritor mexicano Carlos Fuentes calificó este martes en Guatemala al presidente de Estados Unidos, George W. Bush, de ser un "ignorante energúmeno" y se pronunció a favor de un régimen democrático en Cuba, donde reconoció que la agresión estadounidense ha fortalecido al régimen de Fidel Castro”… aparte del argumento ad-hóminem (que ya conocemos, al tachar a Bush de “ignorante energúmeno”), un escritor de novelas (calificado de “laureado”, para que se note que es intelectual) habla con gran ligereza de política internacional.
h) Octava variante: “Argumento cronológico” o “respeto a la tradición”.
Se alega que algo es muy antiguo y que eso lo hace verdadero automáticamente. Lo cual es falso, desde luego.
· Cuando se plantea el tema de la reelección en México, los columnistas políticos se escandalizan y rápidamente recuerdan los dos casos más tristes de la historia: Porfirio Díaz (que fue presidente más de 30 años) y Álvaro Obregón (que fue asesinado tras su reelección), con lo cual concluyen rápidamente diciendo que la historia demuestra que la reelección no es viable en México… pero nunca presentan argumentos, sino meras anécdotas históricas (por ejemplo, podrían hablar de la debilidad de las instituciones democráticas)…
· El gobierno de Estados Unidos ha admitido públicamente que tuvo indicios, antes de los atentados de septiembre del 2001, de que algo preparaban los terroristas de Al-Qaeda. Tomaron muchas precauciones en sus embajadas y consulados en el extranjero, pero hicieron muy poco en suelo estadounidense. ¿Por qué? Porque cayeron en la falacia de “Argumento cronológico”. Razonaron que si nunca antes habían sido atacados en su propio territorio, no lo serían esta vez… pero se equivocaron.
i) Novena variante: “Somos especiales”.
Se presenta a una comunidad (incluso a un país) como “muy especial”, de tal modo que ninguna experiencia previa es válida para ese grupo, a veces ni la ley es aplicable. Es pariente cercano de la falacia tipo “Argumento de fe”.
· Cuando las encuestas preelectorales no los favorecen, los perredistas argumentan, con ligeras variaciones: “En México no son válidas las encuestas preelectorales, porque somos muy especiales y no le decimos la verdad a un entrevistador”… pero nunca explican por qué sí son válidas en otros países (o por qué sí fueron válidas cuando pronosticaron triunfos de ellos).
· Los habitantes de un pueblo de Tlalpan atrapan a un presunto ladrón y lo golpean hasta matarlo. Andrés Manuel López Obrador declara sencillamente: “Con las costumbres del pueblo, más vale no meterse”… pero no dice nada del asesinato, evadiendo su responsabilidad con la idea de que somos tan especiales, que las costumbres del pueblo están por encima de la ley.
· Desde luego, el asunto de los impuestos para los escritores y otros creadores. Algunos escritores se niegan a pagar impuestos argumentando que sus obras, editoriales, ideas, etc., son tan importantes para el buen camino de la república que ellos deben estar exentos de impuestos. Como dice Homero Aridjis: “no somos albañiles”. Traducción: “Somos una casta aparte”.
j) Décima variante: "Critican, pero no aportan soluciones"
Este argumento sería válido si el que cuestiona algo tuviera la obligación de aportar soluciones. Pero no siempre es así, y en ese caso estamos frente a otra falacia de distracción.
· Un grupo de barzonistas protesta por el Fobaproa y pide que no se usen impuestos para pagar el rescate bancario. Los panistas (y priístas) los acusan de "criticar, pero no aportar ideas de cómo resolver la crisis bancaria"... pero los barzonistas no tienen por qué ser expertos en economía y política para sugerir soluciones… para eso están los funcionarios públicos.
"El hombre ha sido hecho sin duda alguna para pensar,
y en esto estriba su dignidad y su mérito."
Blaise Pascal ("Pensamientos")
Algunas falacias no pretenden atacar ni distraer, sino confundir, mediante la distorsión de una parte del razonamiento. A veces, se recurre a la distorsión por mala fe; a veces, por ignorancia.
3) Falacias de distorsión
Aquí se cae en el siguiente error: deformar la tesis o sus consecuencias, para convencernos de una u otra postura.
a) Primera variante: “Falsa disyuntiva” o “falsa dicotomía”.
Es pariente cercana de un tipo de falacia de distracción, la de consecuencias adversas. Aquí se trata de presentar dos o tres posibles alternativas, como si el universo de opciones se redujera solamente a ellas. Es la favorita de los dictadores y populistas.
Pero muchísimo cuidado: A veces se pretende justificar esta falacia con el siguiente argumento, fuera de contexto: “O estás embarazada, o no lo estás. No puedes estar medio embarazada”. Pero estar embarazada es una dicotomía verdadera, como los binomios hombre/mujer o vivo/muerto (no hay tercera opción). Pero la vida real es mucho más complicada que estos esquemas tan simples.
· La famosa frase de Carlos Fuentes, en los setentas: “O Echeverría, o el fascismo”. La realidad se reduce a dos opciones: ser patriota o ser fascista… no hay medias tintas, dando por hecho que todos los críticos de Echeverría querían el fascismo.
· George Bush, cuando anunciaba su guerra contra el terrorismo: "O están con nosotros, o están con los terroristas".
b) Segunda variante: “Falsa analogía”
A veces se recurre a analogías para ilustrar una tesis. Pero la analogía no siempre es válida.
· Un ejemplo que ilustra dos tipos de falacia a la vez: Tomás Mojarro lleva años y años diciendo lo siguiente: “O estás a la derecha (capitalismo) o estás a la izquierda (socialismo), en política no hay centros, es como una carretera: no puedes ir por enmedio”… En primera, es un ejemplo de “falsa disyuntiva”, porque se olvida (o se ignora) que existen otras alternativas políticas, como la Social Democracia, Tercera Vía o la Democracia Cristiana. Además, es una “falsa analogía” porque la derecha/izquierda de una carretera no se parece en nada a la derecha/izquierda de la política.
c) Tercera variante: “Generalización”
Se argumenta falsamente que toda la realidad puede ser explicada a partir de un solo caso, o bien de una muestra no significativa.
· La esposa de Mario Bezares, cuando éste salió de la cárcel: “ahora ya podemos confiar en el sistema judicial mexicano”… pasando por alto que a diario se comenten muchas injusticias, que no cambian por la liberación de una persona.
d) Cuarta variante: “Exageración hasta la ridiculización”
El argumento que se quiere combatir es deformado hasta la ridiculización, con la idea de quitarle validez.
· Cuauhtémoc Cárdenas consideró ayer que no hay condiciones para aprobar una reforma al sector energético en el país y si el presidente Vicente Fox insiste en privatizar ese rubro—sostuvo— es porque “tiene el corazón y la mente puesta en Estados Unidos, piensa como americano y defiende a los texanos antes que a los mexicanos”.
e) Quinta variante: “Lenguaje prejuiciado”
La idea es salpicar el discurso con palabras que conllevan cierta carga emotiva, que dicen una cosa pero sugieren otra. En terminología nacional: “por abajo del agua”. Es de lo más común.
· Un diputado del PAS, el 1 de septiembre del 2001, en su discurso previo al informe de gobierno de Vicente Fox, se refirió a que en México se consumen muchos productos agrícolas que son importados, aludiendo de pasada a las empresas trasnacionales de agricultura como “cárteles de agricultura”. La palabra “cárteles” nos remite, por asociación, con “cárteles de la droga”, insinuando que dichas trasnacionales son mafiosas o ilegales. Aunque no lo dice, lo sugiere tramposamente.
· Este anuncio de George Bush: “EE. UU. ha iniciado una cruzada contra los malhechores...”. La palabra “"cruzada" conlleva la idea de guerra religiosa, involucrando sentimientos muy profundos.
f) Sexta variante: “Maniqueísmo radical”
Se trata de atribuirse a sí mismo todo lo bueno, y de achacar al otro todo lo malo, sin tonalidades intermedias.
· Otra frase de Bush: "Es la lucha del bien contra el mal"... parafraseando: nosotros somos los buenos y merecemos vivir; ustedes son los malos y merecen ser destruidos.
· Un fragmento del discurso de Cuauhtémoc Cárdenas, en el sexto Congreso Nacional del PRD (refiriéndose al PAN): "Son dos proyectos muy diferentes, opuestos entre sí: el de la izquierda y el de la derecha, el de las libertades y el del oscurantismo, el de las mayorías populares y el de las élites financieras, el de la soberanía y el del entreguismo"… en resumen: yo soy angelical… y tú eres demoníaco.
g) Séptima variante: “Deshumanizar”.
La idea es negarle al otro el estatuto de humano, o denigrarlo de tal forma que cualquier defensa sea insostenible. Abrumarlo con calificativos y epítetos hasta ahogarlo. Esto también se puede hacer contra instituciones. Lo usan también los dictadores y extremistas.
· Otro fragmento del mismo discurso cardenista: “Nuestro adversario principal en la arena política es el PAN, su Gobierno gerencial y su régimen lleno de prejuicios, con su racismo, su represión a la cultura y el arte, su elitismo, sus políticas demagógicas montadas en una mercadotecnia engañosa de ofertas irresponsables; su anacrónico machismo, sus posiciones entreguistas"… de entrada, todos los defectos posibles son atribuidos a sus rivales políticos. Esto impide un mínimo razonamiento, porque se cae en el fanatismo.
· Cuando se emplea sistemáticamente contra un pueblo, es presagio de guerra y genocidio: los militares estadounidenses se referían a los vietnamitas como “viets” o “amarillos”, negándoles la condición de seres humanos y justificando así las masacres contra civiles.
h) Octava variante: “Pregunta maliciosa”. En términos comunes: “todo o nada”.
Una variante de la “falsa disyuntiva”. Se pide definir la postura propia ante un argumento (o un bloque de ellos)… pero resulta que es falso o lleva implícita una acusación. También es cotidiana en la vida política de México.
· “Al no cumplir con sus promesas en nueve meses de gobierno, el presidente Vicente Fox está obligado, durante su informe presidencial, a pedir perdón a los mexicanos por haberlos engañado", aseguró Jesús Zambrano Grijalva, secretario general del PRD… si Vicente Fox no pide perdón, se la acusará de seguir engañando a los mexicanos; y si pide perdón, estará aceptando implícitamente que engañó… no hay salida.
"Nada tiene que ser cierto, pero todo tiene que sonar como si lo fuese"
Isaac Asimov ("Fundación")
Para simplificar, podemos dividir el razonamiento en premisas y conclusiones. Los artículos anteriores han tratado de falacias en las premisas.
4) Falacias de coherencia.
Para que el razonamiento sea válido, la conclusión alcanzada debe desprenderse lógicamente de las premisas. Si hay una falla en esta conexión, se cae en un error de coherencia lógica.
a) Primera variante: “No distinguir entre casualidad y causalidad”
Si vemos un fenómeno A (una crisis, una quiebra, un terremoto, una devaluación, lo que sea), y luego otro fenómeno B (desempleo, hambruna, inflación, etc.) podemos pensar que A es la causa de B. Eso no es siempre tan evidente como quisiéramos. En el mundo de las ciencias físicas las causas son mucho más evidentes, pero en las ciencias sociales las relaciones no son tan sencillas, y los “expertos” pueden discutir sobre el “origen” o “causa” de algo durante años.
Debemos analizar otras explicaciones: por ejemplo, que los acontecimientos simplemente sucedieron a la vez, o uno detrás de otro, pero no están relacionados entre sí. También es una falacia común querer ver relaciones donde no las hay.
· El senador panista Wadi Amar Shabshab dijo recientemente que “los programas disfrazados de dibujos animados o caricaturas, se deben prohibir por el gran contenido de violencia y falta de respeto a los mayores; series como Los Simpson, Pokémon, Las Tortugas Ninja representan un gran deterioro también para la niñez y la juventud"… La falacia consiste en dar por hecho que las caricaturas causan el “deterioro” de la niñez y la juventud. Si hay un “deterioro”, podría deberse a otras causas, no a las caricaturas. ¿Será por la falta de educación? ¿Valores? ¿Consumismo? ¿Violencia doméstica? ¿Será por una sola causa, o serán muchas?…
· Por si fuera poco, aquí vemos también la falacia de “lenguaje prejuiciado”: el senador alude a “programas disfrazados de dibujos animados”. Sugiere que son programas con otra finalidad (destrucción de valores, probablemente), pero no lo dice de manera directa.
b) Segunda variante: “Selección de casos”. En otras palabras: “Recordar los aciertos, ocultar los fallos”.
· Un ejemplo clásico, de libro de texto: mucha gente cree que algunos acontecimientos (muerte de celebridades, accidentes de aviación, etc.) se dan en rachas de tres en tres… pero como siempre hay acontecimientos de ese tipo (la gente se seguirá muriendo, porque así funciona la naturaleza; los aviones son de fabricación humana, piloteados por humanos, falibles desde cualquier perspectiva), es matemáticamente posible que ocurran eventos cercanos entre sí, o “en rachas”, por simple estadística… pero la falacia prevalece, a todos los niveles (se la escuché una vez a José Gutiérrez Vivó).
· Otro caso típico: los sueños “premonitorios”. Algunos sueños se convierten en realidad… pero nadie recuerda los muchos sueños que no se cumplen.
· Lo mismo vale para los “adivinos”, que son tan populares al inicio de cada año. Vaticinan tantas cosas y con tal vaguedad, que algunas terminan por cumplirse… pero nadie recuerda al año siguiente todas las profecías fallidas (¿Por qué nadie dice nada de las profecías de Nostradamus… pero las que no se cumplieron?).
c) Tercera variante: “Petición de principio”.
La falacia es suponer que algo está demostrado o es cierto (cuando no lo es) o considerarlo “probable”, aun cuando hay muchos indicios que apuntan a lo opuesto, y a partir de ahí razonar. Es decir: no se puede, desde un punto de vista lógico, asumir algo como cierto para luego pretender demostrarlo.
En México hay una variante famosísima: los columnistas y locutores le dicen “beneficio de la duda”: “concedamos el beneficio de la duda”.
Un concepto como “beneficio de la duda” es aplicable al derecho (“todos se consideran inocentes hasta que se demuestre lo contrario”), pero en otros ámbitos es ilógico.
Por lo general, se usa como escape ante una realidad incómoda, asumiendo una actitud de avestruz, sabiendo de antemano que algo va a fracasar pero sin decirlo abiertamente, conservando la última esperanza, siendo “educado”, otorgando “el beneficio de la duda”.
· Esta editorial de Mario Rodarte, director general del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado, A.C., ejemplifica muy bien la falacia: “Existen múltiples cuestionamientos al programa de microcréditos recientemente anunciado. Dado que se trata de un programa nuevo, puede ser perfectible sobre la marcha, sobre todo considerando que ya existen otros que han dado buenos resultados. A pesar de los cuestionamientos aquí enunciados, preferimos darles el beneficio de la duda, por el bien de los microempresarios y de los causantes”… es clara la actitud de avestruz: no va a funcionar, pero para verme educado digo que concedo el “beneficio de la duda”.
· Una variante de “petición de principio” es mentir abiertamente. Por ejemplo, dice Provida, a propósito del aborto: “En los umbrales del siglo XXI está plenamente comprobada la existencia de vida humana dentro del vientre materno, mucho antes del nacimiento. Partiendo de esta certeza, que no está sujeta a debate”, etc. etc. Pero eso nunca se ha comprobado, y los científicos más serios dicen precisamente lo contrario. Es una mentira descarada para apoyar todo el discurso que sigue.
d) Cuarta variante: “No hay otra explicación”.
Es una variante de la “falsa disyuntiva”. Si no se puede demostrar que algo es verdadero, se concluye que es falso. O viceversa: si no se puede demostrar la falsedad, se concluye que es verdadero. En ambos casos, se “olvidan” otras explicaciones posibles.
· Un caso típico: la gente atribuye a fantasmas cualquier ruido, sombra, etc., que se sale de lo común… simplemente porque no pueden encontrar otra explicación. Como decía Tácito: “Todo lo desconocido lo reputamos magnífico”.
· El sacerdote Miguel Ángel Fuentes, vía internet, habla de Juan Diego, “…cuya existencia está probada históricamente, por supuesto, sin ninguna prueba fidedigna de su no-existencia. Si se trata de negar existencias sin dar pruebas, yo también puedo negar que existió Colón” (con esa sintaxis). Una falta absoluta de coherencia lógica.
e) Quinta variante: “Ver al árbol y olvidarse del bosque”.
Está muy relacionada con el tipo de falacia anterior. Aquí el error es fijar la atención en una muestra del universo y concentrar todas las energías en él, olvidándose de todo lo demás.
Es muy común que se use esta falacia para defender intereses específicos.
· Por ejemplo, la manera en que el INEGI mide el desempleo. No considera desempleados a los sub-empleados o a los que trabajan en la economía informal. Con ello, se fija en un fragmento de la realidad y la presenta como la pintura completa.
· Un claro ejemplo de mala fe: el gobierno del Distrito Federal insiste en que los índices delictivos siguen bajando… pero mide la delincuencia total tomando en cuenta solamente dos tipos de delitos: robos de autos y homicidios. Luego asume (tramposamente) que todos los demás delitos se comportan como esos dos… ¿Es lógico que los robos a casa habitación, a transeúntes, fraudes, lesiones y violaciones se comporten como los robos a autos y homicidios? Evidentemente no. Es un agujero lógico inmenso.
"¿Dios mío, es verdad? ¿Soy tan míseramente ridículo? ¡Dime que no es cierto! ¡Confírmamelo! ¡Háblame Dios, háblame en voz más alta! ¡No puedo oírte en medio de todas estas voces confusas!"
Milan Kundera ("La broma")
No todos los razonamientos falsos son falacias en el sentido estricto: también hay argumentos que son aparentan ser coherentes desde el punto de vista formal, pero que tuercen la lógica para defender algún interés, ya sea por ignorancia, error o conveniencia.
Estos razonamientos se llaman “sofismas”. El término se originó en la Grecia Clásica, cuando surgieron expertos en la elocuencia y la argumentación, disciplinas esenciales en la arena política.
Pero aquellos individuos no tardaron en degenerar su disciplina: podían defender igualmente bien dos argumentos opuestos… todo dependía de cuánto se les pagara para hacerlo. Platón habló de ellos en sus Diálogos y dejó escrito lo que pensaba: eran meros mercenarios de la palabra, que ponían sus habilidades no al servicio de la verdad, sino del dinero o de intereses personales, sin importarles la dignidad ni la ética.
La sofística ha hecho historia. Tiene tras de sí 2,500 años de historia y actualmente está tan vigente como siempre.
Dado que los sofismas no tienen patrones únicos, no son clasificables de una manera tan clara como las falacias. Cada uno tiene su dosis original de engaño, y hay que estudiarlos atentamente antes de descubrir el error.
Solamente hay una manera segura de identificar sofismas: descubrir la intención oculta y “leer entre líneas”, distinguir entre la forma y el fondo, separar la presentación que normalmente viene expresada en palabras elegantes o rebuscadas, muchas veces eufemísticas, y el mensaje de fondo.
El método propuesto en este artículo es el siguiente: hay que desmenuzar el argumento, quitar palabras que solamente “adornan” la expresión y buscar el núcleo de la expresión, e ir refraseando el argumento original, simplificándolo más y más, sustituyendo palabras complejas o enunciados elegantes con expresiones más sencillas, cuidando siempre de no deformar el argumento.
Si se respeta estrictamente este procedimiento y se llega a una expresión contradictoria u opuesta al argumento original, hemos descubierto un sofisma.
A continuación se examinan varios ejemplos. Primero viene una breve introducción, con el fin de explicar el contexto. Luego se presenta el argumento o mensaje tal cual, y finalmente se le analiza para desenmascarar el sofisma mediante “traducciones” sucesivas.
El método propuesto debe mucho a las matemáticas y al álgebra, donde se va depurando una expresión hasta llegar a su forma más simple.
A) Primer ejemplo.
Introducción
En los pasados meses, el cineasta Costa-Gavras presentó una película llamada “Amén”, cuya trama gira en torno al presunto pro-nazismo y anti-semitismo del papa Pío XII. En particular, menciona que dicho papa nunca condenó el holocausto ni el extermino judío que llevaron al cabo los nazis. La investigadora francesa Annie Lacroix-Riz trabajó antes sobre ese mismo tema y publicó un libro en que, alega, presenta pruebas irrefutables de las simpatías nazis de Pío XII.
Argumento
El sacerdote Miguel Ángel Fuentes lee estos datos y responde, vía internet, al de la voz con este argumento: “…(este señor) se hace eco de las acusaciones infundadas y calumniosas de colaboración con el nazismo de Hitler. Honestamente, lea lo que ha sido publicado al respecto por el postulador de la causa de Pío XII; debemos basarnos en documentos, no en panfletos ni en guiones cinematográficos”.
Análisis
El argumento del sacerdote arranca con la falacia de “victimización” (cuando habla de “acusaciones infundadas y calumniosas”, porque nunca prueba que lo sean), y termina con la falacia de “lenguaje prejuiciado”, porque alude a “panfletos” (que seguramente se refieren al libro de la investigadora Lacroix-Riz) y “guiones cinematrográficos” (que se refieren a la película de Costa-Gavras).
Pero lo más importante es que pide leer lo publicado por X persona, antes que hacer caso de otras fuentes.
Primera traducción, simplificando el argumento: “Básense en lo publicado por X individuo, no en otras fuentes”.
Ahora bien, ¿quién es esa persona, que no hace acusaciones calumniosas, sino que escribe documentos bien fundamentados? Pues es el postulador de la causa de Pío XII… pero resulta que el “postulador de la causa de Pío XII” no es objetivo, sino que tiene un interés directo en probar las virtudes de Pío XII y así canonizarlo. Ojo: no estamos diciendo que creemos que tiene intereses personales, sino que es evidente que los tiene. Si no tuviera interés directo, no sería postulador… además, quien emite todo el argumento es un sacerdote.
Segunda traducción: “Básense en lo publicado por uno de los nuestros, no le crean a nadie más”.
Tercera traducción: “La verdad es nuestra, de nadie más”.
Esto desenmascara el sofisma, porque demuestra que el mensaje oculto es opuesto al mensaje original.
B) Segundo ejemplo.
Introducción
En 1999 el PRD llevó al cabo elecciones internas para seleccionar a su nuevo Presidente Nacional. Cuando los candidatos se estaban registrando, surgió el siguiente problema: uno de los estatutos que estaba en vigor, establecía una serie de requisitos y limitaciones a los eventuales candidatos. En la prensa se les llegó a llamar “candados”. Finalmente se modificó aquel estatuto y el problema quedó zanjado, por lo menos legalmente.
Argumento
En aquellos días, Mario Saucedo declaró lo siguiente: “Debemos buscar una interpretación de los estatutos que deje satisfechos a todos los aspirantes”.
Análisis
¿Qué significa “interpretación”?. Cuando se “interpreta”, se selecciona uno de varios posibles significados o explicaciones. Lo que se interpreta es, por definición, equívoco, porque admite varias posibles interpretaciones.
Primera traducción: “Busquemos una interpretación específica de los estatutos”.
¿Y qué es “estatuto”? Un “estatuto” es, para decirlo llanamente, una regla, algo cercano a una ley. ¿Y cómo debe ser una “ley”? Debe ser clara y unívoca, es decir, que su aplicación no esté sometida a interpretaciones, sino que tenga un significado único.
Segunda traducción: “Busquemos una interpretación específica en algo que no admite interpretación”.
Como los dos términos de esta expresión son contradictorios, podemos refrasear así:
Tercera traducción: “Busquemos cómo darle la vuelta al estatuto”.
Con lo que se expone el sofisma.
C) Tercer ejemplo.
Introducción
El PRD celebró elecciones internas en el 2002. Los dos candidatos más fuertes (Rosario Robles y Jesús Ortega) se lanzaron mutuas acusaciones de fraude. El conteo final de votos se retrasó por problemas logísticos, y ambos bandos presentaron muchas impugnaciones.
Argumento
Cuauhtémoc Cárdenas declaró lo siguiente: “Ya es necesario que se entregue la presidencia del partido a Rosario Robles para que sea ella quien empiece el trabajo de recuperación y limpieza del PRD”.
Análisis
Simplificando el argumento, obtenemos lo siguiente:
Primera traducción: “Es necesario declarar ganadora a Rosario Robles, para que limpie la elección”.
¿Por qué hay que “limpiar” la elección? Porque hay muchas dudas sobre quién es el legítimo ganador.
Segunda traducción: “Es necesario declarar ganadora a Rosario Robles, aunque haya dudas de su triunfo”.
¿Y para qué hay que declarar ganadora a Rosario Robles? Para que limpie la elección.
Tercera traducción: “Es necesario declarar ganadora a Rosario Robles, para que ella compruebe su propio triunfo”.
Dado que por mero sentido común no se puede ser juez y parte, y es precisamente eso lo que alega este argumento, descubrimos otra falacia.
D) Cuarto ejemplo.
Introducción
Recientemente, la Contraloría de la Federación ha dicho que está sobre las pistas de desvíos de recursos de PEMEX, que habrían ido a parar a la campaña presidencial del PRI.
Argumento
El Presidente Nacional del PRI, Roberto Madrazo, ha deslindado al partido de cualquier presunto desvío de recursos de PEMEX.
Análisis
¿Qué es “deslindar”? “Deslindar” es marcar una separación. En este caso, “deslindar” significa declararse ajeno a cualquier desvío de recursos.
Primera traducción: “Nosotros no tenemos nada que ver con el desvío de recursos”.
¿Quién puede “deslindar”? ¿Cualquier persona puede “deslindarse”? No… porque “deslindar responsabilidades” es una atribución de jueces, es algo que pertenece al ámbito judicial.
Segunda traducción: “Tengo facultades de juez y digo que no tenemos nada que ver con el desvío de recursos”.
¿Y quien hace esta declaración es juez? ¿Ya realizó la correspondiente investigación judicial? La respuesta a ambas preguntas es “no”.
Tercera traducción: “No soy juez pero tengo facultades de juez…”
Como la frase es claramente contradictoria, exponemos otro sofisma.
E) Quinto ejemplo.
Introducción
En el año 2000 se realizaron elecciones presidenciales en México. En aquel momento, el Comité Ejecutivo Nacional del PRI, dejándose llevar por la moda de las “declaraciones patrimoniales”, decidió lo siguiente:
Argumento
“…a los candidatos a diputados y senadores del PRI se les solicitará que presenten su declaración patrimonial o de bienes como una forma de demostrar que tienen las manos limpias…”.
Análisis
Primera traducción: “Presentando su declaración patrimonial, los candidatos demostrarán que tienen las manos limpias”.
Desde el punto de vista del candidato, la primera traducción queda así: “Tengo las manos limpias, porque presento mi declaración patrimonial”.
¿Cómo se puede verificar que la “declaración patrimonial” es verdadera? No hay manera. ¿Y si en dos años el sujeto tiene más bienes? ¿Provinieron de su trabajo legítimo o de la corrupción? ¿Sirve de algo la “declaración patrimonial”? No, no prueba nada.
Segunda traducción: “Tengo las manos limpias, porque presento mi declaración patrimonial, aunque no sirva de nada”.
Si la declaración patrimonial no sirve, ¿qué nos queda para comprobar la condición de “manos limpias”? Solamente la palabra del sujeto.
Tercera traducción: “Tengo las manos limpias… crean en mi palabra, porque no tienen forma de comprobarlo”.
Expresión que es opuesta al argumento inicial, con lo que demostramos otro sofisma.
F) Sexto ejemplo.
Introducción
Ante las sospechas de financiamiento ilegal de la campaña presidencial de Vicente Fox, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación invitó al Instituto Federal Electoral (IFE) a continuar la investigación que condujo y luego cerró, por ese mismo motivo.
Argumento
Vicente Fox dijo, al respecto: “No vale la pena ese tema, no tiene importancia". Luego, la Presidencia emitió un comunicado oficial en que señaló la necesidad de que el asunto "sea resuelto en forma expedita para continuar trabajando en los temas relevantes de la agenda nacional y para construir los cambios que requiere y demanda el pueblo de México".
Análisis
¿Quién está diciendo que el tema “no tiene importancia”? Lo dice el sospechoso...
Primera traducción: “Yo, el sospechoso, quiero que esto termine rápido, porque no tiene importancia. Además no puedo trabajar mientras dure la investigación”.
¿Quién y cómo decide si un asunto legal tiene fundamentos o no, si es relevante o no? Esa prerrogativa es de un juez, de nadie más.
Segunda traducción: “Yo, el sospechoso, tengo atribuciones de juez y digo que esto no tiene importancia. Además no puedo trabajar mientras dure la investigación”.
Además, el comunicado de la Presidencia cae en una falacia de “Consecuencias adversas”, porque da a entender que no se continuará trabajando en temas relevantes, y que no habrá avances, mientras no termine la investigación. Es decir: presenta a la investigación como el instrumento que frena el progreso.
Tercera traducción: “Yo no soy juez pero tengo atribuciones de juez. Además, con todo esto están frenando el progreso de México”.
Como la primera parte del enunciado deja al descubierto una contradicción, demostramos otro sofisma.
G) Séptimo ejemplo
Introducción
Las compañías tabacaleras de Estados Unidos se enfrentan a la presión cada vez mayor de la sociedad que, preocupada por los daños a la salud que causa el tabaco, presiona al gobierno para que les quite espacios publicitarios.
Finalmente, los grandes consorcios tabacaleros han ido cediendo a la presión, impulsado la prohibición de la publicidad de sus productos en radio y televisión.
Esta decisión, aparentemente suicida, tiene el fin de mejorar su imagen ante la sociedad y, lo que es más importante, liberar presupuestos publicitarios, que ahora irán a dar a medios impresos, dirigidos a adultos.
Estas medidas se implantarán a finales del año 2002. Se prevé que se extenderán a América Latina. (Todo esto según información de Milenio Semanal, de mayo del 2002).
Argumento
Noticia del 1 de junio del 2002: “Como parte de la política que se seguirá para combatir el consumo del tabaco, el Gobierno federal anunció ayer que a partir del 2003 no habrá anuncios de cigarros en radio y televisión”.
Análisis
El argumento, por sí mismo, parece muy loable y beneficioso para la sociedad en general... pero, examinado en el contexto que plantea la Introducción, resulta ser una simple, llana y descarada mentira.
En este caso particular, el sofisma no se puede descubrir por el argumento en sí, sino a la luz del contexto específico.
"No es suficiente con tener una buena mente; lo principal es usarla bien." (Descartes)
¿Cómo se pueden identificar las falacias que otros emplean? ¿Cómo saber si nosotros mismos las estamos usando?
Una forma de hacerlo es dudando de manera metódica. Dudando no por capricho o moda, sino buscando un conocimiento bien fundamentado. No podemos andar por la vida dudando de todo… pero sí podemos contar con ciertas pistas, que nos indiquen si un argumento dado podría contener una falacia.
En este sexta y última parte, se tratarán de aportar algunas sugerencias o ideas que pueden ser útiles a este respecto.
1. En las falacias ad-hóminem, donde se ataca la personalidad del contrario, en vez de argumentar racionalmente:
· No se debe mencionar a ninguna de las personas que intervienen, ni para bien ni para mal. No se debe exaltar, denigrar, ni mencionar virtudes, defectos, creencias o problemas personales, a menos que tengan relación directa con el asunto que se discute. Esto aplica a todas las partes involucradas.
· Siempre son preferibles los argumentos de personas imparciales y no involucradas ni directa ni emocionalmente en los temas que se discuten. Si esto no es posible, se debe poner especial atención en que las pasiones no dominen las argumentaciones.
· Hay una limitante fundamental: una característica humana es defender siempre los valores o ideales más profundos en los que se basa la propia vida, o la percepción de sí mismo, por lo que argumentar acerca de esos temas es casi imposible. Por eso es muy difícil hablar racionalmente de religión, por ejemplo, porque es un concepto íntimo y básico para muchas personas, que no puede ser puesto a discusión ni se puede negociar, ya que es intocable. Es complicado argumentar con seriedad acerca de ese tipo de temas.
2. Falacias de distracción, cuando se pretende llevar la discusión a otro tema, desviando la atención del argumento central.
· Lo más importante es identificar el asunto que se va a tratar. Hay que hacer todo lo posible por ceñirse a ese tema y evitar argumentar sobre otras cosas que no tengan relación directa con esa idea central. Esto es difícil, porque cuando los argumentos se suceden unos a otros, se cambia constantemente de foco. Pero es indispensable tener siempre muy claro cuál es el punto toral, porque de lo contrario la discusión cae en un terreno marginal.
· No es válido cambiar de tema ni llevar la argumentación a otro campo. No se debe hablar de las consecuencias de hacer tal o cual cosa.
· Una conducta típica es mencionar lo que hacen otros cuando nuestro comportamiento es cuestionado. Un argumento de este tipo se reduce a: “¿por qué me señalan, si ellos también lo hacen?”. Este es un claro intento de desviar la atención.
· En la argumentación seria, no cabe la democracia: la verdad no se decide por mayoría de votos. Todas las argumentaciones que estén sostenidas por pruebas y evidencias, deben ser examinadas, por más impopulares que sean. La “voz de la mayoría” o “el sentido común” no cuentan aquí… por ejemplo, una defensora de derechos humanos se puede suicidar. No es válido decir, a priori, que fue asesinada por tal o cual personaje, o decir tajantemente que tal o cual hipótesis es absurda, o creer ciegamente en una conspiración. Todas las hipótesis, sustentadas con pruebas, merecen ser tomadas en cuenta, aunque sean “políticamente incorrectas” o impopulares. Tal vez se demuestre que son falsas, pero lo importante es no descartarlas a priori, sin ninguna base racional.
· No se debe entrar a una discusión si no se sabe de qué se discute, ni tampoco si no se tiene suficiente información del tema. Si no hay conocimientos y evidencia detrás de una postura, esta no tiene relevancia.
· No se debe creer ciegamente en los “expertos”. Ni en los que se autoproclaman como tales, ni en los que, siendo desconocidos, son elevados a tal rango por otros. Es importante verificar los antecedentes y conocimientos de quien expresa un juicio.
· En la lógica, no importa lo que se opina ni lo que se cree, ni la autoridad ni el poder que se tiene, sino lo que se sabe y lo que se puede probar o demostrar con evidencias aceptables para todas las partes.
· No todo lo que está escrito es cierto.
· No todo lo publicado es serio o imparcial.
· Nadie tiene la última palabra de nada.
· Conocer el pasado, la historia, es útil para contar con antecedentes y ver cómo se ha comportado alguna cosa en el tiempo. Pero no es válida la postura simplista de quien cree que la historia determina, que lo que ha pasado antes seguirá pasando siempre. Eso es inmovilismo, estancamiento y parálisis.
· No nos debemos creer muy especiales, o al menos no tanto como para pensar que ningún conocimiento previo es aplicable a nosotros. Todos somos variantes del mismo tipo humano, y, por tanto, la naturaleza de casi todos los hombres es semejante. Por lo tanto, hay que evitar el error de sentirse ajeno a los demás. De ahí se sigue que nadie es tan especial como para mantenerse al margen de la ley o de la naturaleza humana. Hay que desconfiar de cualquier argumentación que comience por ahí.
· Es un lugar común decir que no se deben señalar problemas sin más, sino que también hay que proponer soluciones. Esta es una moda que llegó con conceptos administrativos tales como “tráiganme una solución, no un problema”. Eso puede ser válido para una empresa, pero no lo es en la vida común. Puedo señalar que hay desempleo, sin ser un experto en economía y sin tener claro cómo resolverlo. Puedo tener sospechas fundadas de la negligencia de un médico, sin serlo yo mismo. Es por tanto falaz el argumento que arranca con el lugar común: “es que no aportan nada”. Señalar problemas (con evidencias, desde luego) ya es aportar algo. Si se tienen antecedentes en esa área, se deben usar para sugerir soluciones. Pero no se le pueden exigir a quien no tiene ese conocimiento.
3. Falacias de distorsión, cuando se deforma la tesis, hasta dejarla irreconocible
· Se debe tener mucho cuidado con la tentación de presentar dos o tres alternativas, como si fueran las únicas posibles. Generalmente, la realidad es mucho más complicada, de modo que no se puede reducir a esquemas simplistas.
· Lo mismo vale para las analogías, que se emplean para tratar de ejemplificar una tesis. Hay que tener mucho cuidado y verificar, varias veces, si la comparación es válida.
· Un falacia muy común es generalizar a partir de uno o unos cuantos casos, como si toda la realidad se pudiera explicar con ellos. Es otro error de reducción.
· Si un argumento suena ridículo o sarcástico, es muy probable que nos encontremos ante una falacia de distorsión. Nadie se defiende con una tesis ridícula: por lo tanto, la ridiculización es una forma de ataque, que se usa para deformar el argumento de la otra parte.
· Idealmente, no se deberían hacer juicios de valor o morales en una argumentación: todo debería limitarse a presentar pruebas, evidencias e hipótesis. Los juicios morales distraen la atención y polarizan las actitudes.
· No se deben emplear palabras con carga emotiva. Cuando se escuchen, se debe identificar qué sentimiento o pensamiento tratan de despertar. Porque con el empleo de este tipo de palabras se trata de manipular y engañar.
· Si somos capaces de identificar una argumentación maniquea, en donde uno se atribuya todo lo bueno y achaque al otro bando todo lo malo, estaremos identificando otra falacia. Igual si un bando se dedica a insultar o denigrar al otro.
4. Falacias de coherencia, en donde se comete el error de no aplicar la lógica más elemental y se desconectan las premisas de la conclusión.
· Hay que respetar la realidad, no tratando de imponerle nociones preconcebidas, ni tratando de ajustar los hechos a los gustos o creencias propias.
· Si la hipótesis no explica los hechos, hay que buscar otra, no manipular ni ocultar cifras, reportes, hechos o testimonios. Ninguna explicación tentativa se debe desechar a priori: todas se deben examinar críticamente.
· Si hay dos o más posibles explicaciones para algo, se debe elegir la más simple y sencilla. Entre más complicada sea una explicación o argumento, más puntos débiles puede tener y ser, por tanto, más vulnerable.
· Las premisas se tienen que combinar en la conclusión, generando nuevo conocimiento. Por tanto, no es válido llegar a una conclusión que sea igual a una premisa. Es decir: no se puede asumir que algo es cierto para luego tratar de demostrarlo.
Además, hay que desconfiar de las argumentaciones complejas o llenas de palabras rimbombantes o rebuscadas. Normalmente, los argumentos más brillantes e inteligentes son los más simples y sencillos. Las capas y capas de rebuscamientos, enredos y palabrería, sirven para esconder sofismas. Una manera de descubrirlas es tomar la expresión e irla simplificando para “leer entre líneas”.
Finalmente, hay que alejarse de aquellos que proclaman tener la “verdad” o el “camino” auténtico. No se debe creer en los que ofrecen soluciones mágicas e instantáneas. Las metas que realmente valen la pena se alcanzan después de mucho, mucho esfuerzo y dedicación.
Alcanzar el verdadero conocimiento es labor de toda una vida… y para eso no hay atajos.

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